España dedica más del 60% de su superficie cultivable a los productos típicos mediterráneos, cerca de la mitad de las exportaciones de productor agroalimentarios corresponden a los productos propios de la Dieta Mediterránea.
Esta dieta mediterránea consta de:
- Abundancia de alimentos de origen vegetal: frutas, verduras, pan, pasta, arroz, cereales, legumbres y patatas.
- Consumir alimentos de temporada en su estado natural.
- Utilizar el aceite de oliva como grasa principal, tanto para freir como para aderezar.
- Consumir diariamente una cantidad moderada de queso y yogur.
- Consumir semanalmente una cantidad moderada de pescado, preferentemente azul, aves y huevos.
- Consumir frutos secos, miel y aceitunas con moderación.
- La carne roja algunas veces al mes.
- Consumir vino con moderaciñon normalmente durante las comidas y preferentemente tinto.
- Utilizar las hierbas aromáticas como una alternativa saludable a la sal.
- Realizar alguna actividad física.